¿Por qué cuando le dices a alguien al azar que eres camarera se imagina que trabajas en un bar sirviendo cafés y copas? A los camareros o a los que se dedican a la hostelería nos tomamos mucho tiempo -y necesitamos paciencia- para explicar en qué consiste nuestro trabajo. ¿Y si soy camarera del Celler de Can Roca? Se le sigue llamando camarera. ¿Y si soy camarera de un restaurante gastronómico (que no quiere decir que tenga estrella Michelin)? Sigo siendo una camarera. Y sí, paso platos. Y antes del servicio barremos y fregamos. Y limpiamos los váteres que han ensuciado. Y cuando empieza el servicio, a parte de pasar platos, les explicamos qué están comiendo. Y si se les termina el agua que tienen en el vaso, le servimos más. Y si se le cae la servilleta o se va al baño, se la cambiamos por una limpia.
¿Y los horarios? Sí, señores… me levanto a las 10 de la mañana y voy dormida por la calle… NO, no vengo de fiesta. Llegué a mi casa a las 2.00 h. de la madrugada. Si una chica de la Cruz Roja me para por la calle a las 19.45 h. y le digo que no tengo tiempo para responderle una preguntita, no es porque me vaya a tomar unos Gin&Tonic con las amigas, ¡es que entro a las 20.00 h.! Sí, los camareros hacemos turno partido… y sí, más de las 8 horas que hace usted en su oficina, las cuales tienen tiempo para comer en un restaurante. Nosotros, comemos a las 12 del mediodía -si es que ese día da tiempo, porque hay veces que no comemos-. Y cenar… digamos que guarreamos algo de la nevera a las 19.00 h. antes de volver al trabajo. Por eso nos acostamos a las 2.00 h.; porque hace una hora he salido de un restaurante a rebentar el cual me deja activa durante un par de horas; porque llego a casa muerta de hambre ya que hace ¡¡¡5 HORAS!!! que no me alimento como una persona normal.
Si voy casi corriendo por plena Rambla de Catalunya no es porque llegue tarde a mi clase de Pilates. Ni porque me joda que se mire bolsos Michael Kors por Passeig de Gràcia (bueno, un poco sí…) a paso de tortuga. ¡Es que entro a currar en 15 minutos y me pone histérica ir lenta gracias a usted! :3
Aunque no lo parezca, el ritmo de vida de un camarero (o cocinero) no es el mismo que el de los demás. Muchas veces envidiamos esos horarios de 8 horas; el llegar a casa a las 18.00 h. de la tarde; ir al gimnasio un rato… pero los que nos dedicamos a la hostelería no podemos disfrutar así de ello. Incluso los días libres no nos cunden: estamos cansados; nos encanta comer pero la mayor parte de restaurantes cierran; nos levantamos tarde para recuperar las horas perdidas de sueño… ¿Pero verdad que me levanto a las 07.00 h. algún día puntual porque viene el fontanero a arreglarme el váter, e intento no quejarme? Pues intenten entender la vida de un hostelero, que es muy dura… pero aún así me da para escribir unas líneas porculeras.